En esta época de la «Nueva normalidad» somos muchos los que tuvimos que empezar a desarrollar nuestras actividades desde casa como parte de las medidas sanitarias de aislamiento social para combatir el Covid-19. Esta pandemia ha hecho que millones de personas en todo el mundo adopten esta modalidad para realizar su labor y mantener la productividad. Sin embargo las afectaciones emocionales y mentales del home office como el estrés, la ansiedad y la depresión también van en aumento.
Por eso te dejamos tres ejercicios de respiración, para que puedas realizarlos en los cortes durante el trabajo y así aliviar la sensación de ansiedad.
1- Amplitud en tu pecho
Apoya las palmas de las manos en los extremos de una barra de más o menos un metro (puede servirte el palo de un recogedor o escoba corta).
Súbelo por encima de la cabeza abriendo bien tu pecho y vuelve a bajar lentamente. Haz 10 repeticiones.
Con el palo elevado por encima de tu cabeza ladea el tronco hacia un lado y el otro de forma suave, sin desplazar las caderas. Siente cómo se movilizan las costillas.
2- Libera las costillas
Túmbate boca arriba con las piernas flexionadas y coloca las manos en la V invertida que forman tus costillas.
Haz una inhalación profunda y siente como las costillas se abren al hacerlo.
Ahora suelta el aire despacio, suavemente y fíjate cómo las costillas vuelven a «juntarse».
Haz esta respiración 10 veces.
3- Abre el costado
Siéntate en una silla a un palmo de una mesa y apoya en ella el lateral del brazo y la escápula (la zona trasera del hombro).
Con las manos en la nuca y los codo hacia adelante lleva la mirada al techo rotando un poco tu tronco y sintiendo como se abre toda la zona pectoral.
Respira suavemente en esta posición 5 veces y luego cambia de lado y repite.
A TENER EN CUENTA: LA POSTURA REVELA TU ANSIEDAD
Las personas que sufren estrés o están pasando por un periodo de angustia suelen caminar con la espalda encorvada, los hombros caídos y la cabeza baja.
Esta postura «cierra» las costillas y el pecho y dificulta una respiración completa.
Cambiar la postura también te ayudará a evitar las contracturas propias de la acumulación de tensiones y regulará mejor tu respiración. Camina con los hombros hacia atrás y el mentón lejos de tu pecho. El abdomen contraído (sin hacer fuerza).